Indice de los fundamentos teóricos del Trabajo

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La Cuarta Unidad del Pensamiento

La cuarta unidad del pensamiento es tan diferente de un concepto como el concepto lo sería de una representación, de tal forma que cuando aparece, toda percepción sobre el mundo circundante cambia porque nos permite observarlo con nuevas características geométricas imperceptibles para nosotros en nuestro estado actual. De tal forma, que cuando alguien ve este nuevo mundo, siente con certeza que el mundo en el cual vivió el resto de su vida, no tiene y nunca ha tenido existencia real alguna, que fue una creación fantástica, un fantasma, un espectro, un engaño, una ilusión óptica, todo, excepto la realidad.

La cuarta unidad del pensamiento puede ser definida como "una percepción moldeable de una realidad cambiante no delimitada ni condicionada por ningún recuerdo, a la cual la atención misma puede tomar y moldear en el numero y formas conceptuales-emocionales que guste hacerlo".

Esta cuarta unidad se desarrolla sobre la atención, teniendo como base la unión entre la voluntad del pensamiento y la voluntad de las emociones. Así, primero el pensamiento se auto-observa a través del movimiento de la conciencia, concentrando y dispersando simultáneamente la atención sobre todos los objetos que es capaz de percibir. Después, con la práctica, la atención conciente comienza a percibir la irrealidad de los objetos que se presentan ante ella, pudiendo verlos como lo que realmente son: "conceptos originados en el tiempo a partir del movimiento de la memoria". Entonces, surge un cambio emocional en ella, al darse cuenta que solo su presencia posee una existencia real, no dependiente de ningún concepto o racionalización, y es precisamente este cambio lo que origina la cuarta unidad del pensamiento.

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El Tercer Canon del Pensamiento.

El tercer canon del pensamiento es la lógica infinita, a la cual el Sr. Ouspensky llamo "TERTIUM ORGANUM" por ser el tercer instrumento o la tercera ley del pensamiento. Así, la primera forma del pensamiento humano esta condicionada por el ORGANON explicado por Aristóteles, después cuando este pensamiento evoluciona y toma en cuenta al tiempo y su importante papel, es regido por el NOVUM ORGANON descubierto por Bacón. Y finalmente cuando el pensamiento se libera gracias a una percepción objetiva del mundo real, las leyes que lo rigen pueden ser explicadas mediante el TERTIUM ORGANUM desarrollado por el Sr. Ouspensky.

Los axiomas que el Tertium Organum contiene no pueden formularse en nuestro lenguaje. Pero si aún tratamos de formularlos, producirán la impresión de absurdos. Tomando los axiomas de Aristóteles como modelo, podemos expresar el principal axioma de la nueva lógica en nuestro pobre lenguaje del siguiente modo:

A es tanto A como no A, o Todo es tanto A como no A, o Todo es Todo.

Pero de hecho, estas fórmulas son completamente imposibles. Y no son axiomas de lógica superior, son meros intentos de expresar los axiomas de esta lógica en conceptos. En realidad, estas ideas de lógica superior son inexpresables en conceptos. Y cuando nos encontramos con esta inexpresabilidad, significa que entramos en contacto con el mundo de las causas. Por lo cual, a fin de entender al mundo multimensional debemos superar la dualidad. Pero, una aplicación del monismo al pensamiento práctico se alza contra el obstáculo insuperable de nuestro lenguaje.

Nuestro lenguaje es incapaz de expresar la unidad de los opuestos, tal como es incapaz de expresar espacialmente la relación de causa y efecto. En consecuencia, debemos preparamos para descubrir que todos los intentos para expresar relaciones súper lógicas en nuestro lenguaje parecerán absurdos, y en realidad sólo sugerirán lo que desean transmitir.

De esta manera, la fórmula:

A es tanto A como no-A, o Todo es tanto A como no-A

La cual representa el axioma fundamental de la lógica superior, como se expresa en nuestro lenguaje de conceptos, suena como un absurdo desde el punto de vista de nuestra lógica corriente, y es esencialmente falsa. Debemos estar preparados para el hecho de que es imposible expresar relaciones súper lógicas en nuestro lenguaje.

La fórmula "A" es tanto "A" como "no-A" es falsa porque, en el mundo de las causas, la contraposición misma de "A" y "no-A" no existe. Pero no podemos expresar su relación real.

Más correcto seria decir: A es todo. Pero esto seria también falso, porque A es no sólo todo sino también alguna parte de todo, y al mismo tiempo una parte dada. Esto es exactamente lo que nuestro lenguaje no puede expresar. Y es exactamente a esto a lo que debemos preparar y acostumbrar nuestro pensamiento.

Debemos acostumbramos al pensamiento de que separatividad y combinación no son opuestos en el mundo real, sino que existen juntos y al mismo tiempo, sin contradecirse entre sí. Debemos darnos cuenta de que en el mundo real la misma cosa puede ser tanto una parte como el todo, o sea, que el todo, sin cambiar, puede ser su propia parte. Debemos entender en general que no hay contraposiciones y que cada cosa es cierto "arquetipo de todo".

¿Qué podemos decir entonces en nuestro lenguaje acerca del mundo de muchas dimensiones, el mundo de los noúmenos o el mundo de las causas?

1. En este mundo, el TIEMPO" debe existir espacialmente, o sea, que los acontecimientos temporales deben existir y no tener lugar. En otras palabras, deben existir tanto antes como después de su manifestación y estar, por decirlo así, en el mismo plano o sección. Los efectos deben existir simultáneamente con las causas. Lo que llamamos la ley de causalidad no puede existir allí, porque la condición necesaria para ella es el tiempo. Allí no puede haber nada medible con años, días y horas. No puede haber antes, ahora ni después. Los momentos de distintas épocas, divididos por largas extensiones de tiempo, existen simultáneamente y pueden ser adyacentes, tocándose el uno con el otro. Al mismo tiempo, todas las posibilidades de un momento dado, incluso las opuestas entre si, junto con todos sus resultados hasta el infinito, deben ser actualizados y concretarse simultáneamente en un momento determinado, pero la longitud de un momento puede ser diferente en planos diferentes.

2. Allí no hay nada medible con nuestras medidas, nada conmensurable con nuestros sólidos, nada que sea mayor o menor que nuestros sólidos. Nada hay a la derecha o a la izquierda, arriba o debajo de uno de nuestros sólidos. Nada que semeje nuestros sólidos, líneas o figuras. Empero, al mismo tiempo, todo esto puede ser. Allí deben estar adyacentes diferentes puntos de nuestro espacio dividido para nosotros por largas distancias. La "proximidad" y la "distancia" son determinadas por la "afinidad" o la "divergencia" interiores, por simpatía o antipatía, o sea, por propiedades que nos parecen subjetivas.

3. Allí no hay materia ni movimiento. No hay nada que pueda pesarse o fotografiarse, o expresarse en fórmulas de energía física. No hay nada que tenga forma, color u olor. Nada que posea las cualidades de los cuerpos físicos. Al mismo tiempo, las propiedades del mundo de las causas, habiendo garantizado con la comprensión de ciertas leyes, pueden estudiarse en categorías enumeradas.

4. Allí no hay nada muerto o Inconsciente. Todo vive, todo respira, todo piensa, todo siente, todo es consciente y todo habla.

5. Los axiomas de nuestra matemática no pueden aplicarse en ese mundo, porque allí no hay nada finito. Allí todo es infinito, y, desde nuestro punto de vista, variable.

6. Las leyes de nuestra lógica común no pueden funcionar allí. Desde el punto de vista de nuestra lógica, el mundo ese mundo es ilógico.

7. La separación y la multiplicidad de nuestro mundo no pueden existir allí. Todo es el todo. Y cada partícula de polvo, para no mencionar cada vida y cada ser consciente, viven una vida con el todo y a la vez, encierran al todo dentro de sí mismas.

8. En ese mundo la dualidad no puede existir. Ser no se opone allí a no-ser. La vida no se opone a la muerte. Por el contrario, una incluye a la otra. Unidad y multiplicidad, movimiento e inmovilidad: unidad y divisibilidad, bien y mal, verdad y falsedad: allí son imposibles todas estas divisiones. Todo lo subjetivo es objetivo, y todo lo objetivo es subjetivo. En ese mundo los contrarios son una unidad.

9. El sentido de la realidad de ese mundo debe estar acompañada por un sentido de la irrealidad de éste. Al mismo tiempo, allí no puede existir diferencia entre lo real y lo irreal, tal como no puede existir diferencia alguna entre lo subjetivo y lo objetivo.

10. Ese mundo y nuestro mundo no son dos mundos diferentes. El mundo es uno solo. Lo que llamamos nuestro mundo es sólo nuestra incorrecta percepción del mundo, el mundo visto a través de una estrecha ranura. Empezamos a sentir a ese mundo como lo maravilloso, o sea, como algo opuesto a la realidad de este mundo. Al mismo tiempo éste, nuestro mundo terrestre, empieza a parecer irreal. El sentido de lo maravilloso es la llave para ese mundo.

11. Pero todo lo dicho hasta ahora no definirá nuestra relación con ese mundo, mientras no comprendamos que aún entendiéndolo, no podremos captarlo como un todo, en toda su variedad de relaciones, sino que solo podemos pensar en él en éste o en aquél aspecto.

12. Lo que se ha dicho acerca del mundo de las causas se refiere también al Todo. Pero entre nuestro mundo y el Todo puede haber muchas etapas de transición.